Las leyes del caos (por ahora en averiguación)
manejan fenómenos y actividades muy comunes, entre ellas la fluctuación
de la bolsa de valores, la bolita de la ruleta, el precio de las materias
primas a mediano plazo, el humo del cigarrillo, el dibujo que dejan las olas en
la playa, los pliegues de una bandera que flamea, el tránsito en una autopista,
las tensiones internacionales y la acumulación de las estrellas.
Cuando se descubra, con el auxilio de
computadoras mucho más perfectas que las actuales, la incidencia exacta de cada
variable, quizá sea posible preverlo todo. O no.
Revista NUEVA
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