Estimados lectores de
Internet:
Quería aclararles, un tema,
por el que recién, “lo leí”.
Después, de más de 10
páginas, sino lo vuelvo a aclarar, puede, que se queden en ayunas, como chico,
que va ha tomar la primera, comunión.
Al principio expliqué, el
como y el por qué, de ésta página, cambio el rumbo y explico.
Para qué continúe, “es
preciso , algo que es fundamental”, pero aunque, yo no lo entienda , no
sepa, él por qué, de lo qué me pasa, no quiere decir , que otros con años, de
estudios de “captación”, experiencias, esotéricas, en fin no
sé, en qué terreno, se ubica, se determina , pero qué pasar “pasa”, lo
que no sé que es lo que ocurre, ya que no es de mí dominio, lo que sé es que
sucede, mi voluntad no cuenta, ya que ni sabría, como, ocurre, ni podría hacer,
que ocurra o deje de ocurrir.
Si le cabe ésta
determinación, diría, que es complejo o complejísimo, pero así están
dadas, “las cartas y hay que jugarlas”.
Lo que a mí me pasa, o
mejor, lo que me hacen pasar, es infernal.
Digamos, antes, no me daba
cuenta, no sabía que ocurría lo esperaba, como algo natural, como el “respirar,
dormir etc.”.
Todo, hasta, qué quedé
viuda y recién pude hablar, con mi hijo, ésto suena, “idiota,
inverosímil”, pero es real.
Ya expliqué, que mí madre,
me casó, con un joven de la “Oligarquía”, quería, dejarme bien
casada, no materialmente, si no, por qué se estaba por morir y quería dejarme,
dentro, de una familia , bien, “constituida”, claro, que yo nunca,
me imaginé, que todo se hizo, “Con códigos, reglas, condiciones”.
De las que me fui
enterando, con el correr del tiempo.
Eran estrictísimos, y yo
con 15 años, recién cumplidos, todo se me hacía, divertido y jocoso, cómico.
“Blandían el
apellido, como un trofeo”, yo los miraba, los escuchaba, y de repente largaba la
carcajada y me reía con toda mi alma.
Hasta que un día, mi
suegro, “me dice: decile a tu marido” (“que era su hijo”) que
mañana, lo quiero hablar.
El tema era, que cuándo se
casó con migo, me llevó a vivir con sus padres, o sea mis suegros y 6 hermanos,
“la más chica yo”.
Mi “amado esposo”, se
casó, me dejó con su Flia y él solo llegaba a las 3 de la madrugada,
STOP.
Le informo a mi
marido, “el habla con mi suegro”, él mi suegro quiere, que yo esté
presente.
Mi suegro, abre el “grifo” y
salen las cataratas, de quejas y acusaciones contra mí, entre ellas, le dice a
mí marido, que no tengo “juicio”, ni formalidad, “guau”.
Y, mí marido, por primera
vez, saca la cara por mí y dice:
“Pero Papá”, como le quiere
pedir juicio y formalidad, no ve que es una chiquilina, qué recién, cumplió 15
años.
Yo escuchaba, y se me hacía
todo tan “insólito”.
Pero allí se descubrió, que
mi marido, les había “dicho, que yo estaba por cumplir los
18” y entonces, le dijo: ¿Cómo no me dijiste?
Sí Papá, pero me olvidé de
decirle, que dentro de 3 años STOP.
Como decía, yo miraba y
escuchaba y me tenía que contener de no reírme.
Esta introducción, es
necesaria.
Cuándo, mi madre, lo habló
para que se case, con migo, yo estaba “escuchando” tras la puerta, y él le
dijo, bueno, voy a hablar con ella, primero, “cuándo me habló, lo
saqué, retumbando”.
El hecho de preguntarme, a
mí, me pareció, por lo menos que era “sensato”.
Ya que tendría que dormir,
con migo y no con mi madre.
Me lo preguntó, en el
correr de los días, “como 20 veces” y yo la misma
respuesta, claro yo no sabía que mi “Madre esperaba casarme para
morirse”, si no, “no la hubiese hecho renegar”.
Como al final se lo dije a
mi marido: ¿Si Ustedes ya lo decidieron, para que me preguntas?
Tanto me dijo, que se
estaba por morir que no le creía; mi madre.
Bueno a ésta instancia,
quería llegar.
A, sabiendas de la
situación, y de cómo, me casaba, en contra de mí voluntad.
“Los Extraterrestres, vinieron, en mi ayuda”.
Ya qué, si no, fuese así,
yo aún hoy no lo sé, que y como ocurría.
Yo me acostaba, “con
tal disgusto”, “con furia homicida”, con mi marido.
Se me subía la sangre a la
cabeza, e instantáneamente.
Me, salía del
cuerpo, o sea, qué yo, lo que sé, es que me quedaba al lado de la cama, y
él la emprendía, a golpes y decía que acostarse, con migo, era igual, que
acostarse con una muerta.
Esto que explico, es para
que lo determinen, los “Galenos”, ya que a partir, de allí, es lo
que me pasa, me hacen, actualmente hoy y ésto, es digno de ser estudiado.
Digamos, me sacan del
cuerpo y es como si me introdujesen, a que deba, mirar, interiorizarme y ser
testigo, involuntario, de tal o cuál, acontecimiento.
De allí que, cuando digo y
afirmo algo, es por que estuve allí, o sea lo presencié, antes, no sabía, cómo,
estuve, en tantos lugares a la vez y ni yo, lo entendía, por que yo sé que
estuve, pero no sabía explicar cómo, ya que es tan complicado, el tema.
Pero, recién, digamos, me
empecé a, “avivar”, a tomar conciencia en una oportunidad, en
qué, debí estar 3 meces, internada debido a un accidente de auto, “y me
astillé, la columna”.
En ésa oportunidad, en el
Sanatorio, que estuve internada.
Encontré, a una chica que
era la Enfermera, o sea la que debía, suministrarme, los medicamentos, y vecina
del barrio.
Un día le digo a la piba,
que me de un calmante, ya que el dolor de columna, era insoportable, y me dice,
espera que justo voy a repartir los medicamentos.
La espero y espero, y no
viene, y el dolor seguía en aumento, en eso, digo, más sí, voy a tratar de
dormirme, y cierro los ojos, eran las 2 de la tarde, en eso la piba viene, ya
que terminaba, su turno, y me habla y me zamarrea, y yo ya no contestaba, estaba
fuera del cuerpo.
Pero estaba,
como, si estuviese, junto a la cama y viendo lo que pasaba, la chica se asustó, y
corrió a llamar al médico, el médico, vino, me tomó el pulso, me escuchó el
corazón, me tomó la presión, fue y buscó el martillito de goma, me golpeó las
rodillas, primero, me destapó, hasta los pies, me dobló las rodillas, y golpeó
para ver los reflejos, me volvió a tapar, me levantó los párpados,
me alumbró con la linternita, a todo esto la piba lloraba, me llamaba, por mí
sobrenombre, por el nombre, el apellido y lloraba, el médico, se la llevó de un
brazo y dijo, venga y déjela.
Como a la media hora, me
despierto, trato de incorporarme, me siento en la cama, me pongo las chinelas,
para ir al baño, en eso como la puerta de la habitación, estaba, abierta, pasa
el médico y me ve.
Pega un grito y
señalándome, me dice: ¡Usted, venga ya mismo, a la guardia!
Voy y me dice: Le parece
bien lo que hizo.
Y le digo: - ¿qué hice?
Y me dice: - ¡Ah no sabe lo
que hizo!
- No, no sé ¿Si no me lo dice
Usted?
Y me dice: - Usted me
dejó “la maquinita” y se las tomó.
Y yo lo miraba, curiosa,
esperando, que él me diga, algo y me vuelve a repetir, ya más calmo: - ¿En serio,
que no sabe?
Y le digo - en serio, no lo
sé, “entonces, me da su tarjeta”, y me dice: Cuando, salga me viene, a ver y
conversaremos, sobre el tema; era (un pibe un médico residente, o sea un
practicante recién recibido).
Yo recién fui a los 3
meces, por qué quería, saber y tal fue mí decepción, que la madre, me dice, que
se había ido, a “Estados Unidos”, no sé si a un curso, por lo
cuál, no lo vi. más y aún hasta hoy, tengo la incógnita.
MARÍA, DEBE ACLARAR, QUE EN OPORTUNIDADES,
DEBE ABANDONAR EL CUERPO.
En éste tema y sobre éste
tema, el lector saca sus propias conclusiones y es dueño de creer o dudar.
El resumen de ésto, o el
por qué, debía relatar, éstos hechos.
Prosigo, éste preámbulo, es
para que se entienda, cuándo yo comento que estuve, que me lo hicieron, vivir,
al hecho al acontecimiento y es por que es de la única, forma, que lo puedo
explicar, pero entender, nunca entendía nada ¿y eso es lo que quieren?
Es como si a uno lo
tomasen, del cuello, y lo introdujeran dónde, está ocurriendo, “algo que
solamente viéndolo”, capta la magnitud, digamos, si me niego a mirar, por qué
me causa “espanto”, impotencia, entonces, me pasan una
cinta, grabada dentro de la cabeza, entonces, “mansita” y con
resignación, debo verla.
Los trágicos,
acontecimientos, ocurridos, “en la Argentina, fui testigo, involuntario”;
como ser los dichosos y “Venditos Golpes de Estado”, el
de “Isabel”, y todo lo que fue sucediendo de allí en adelante
, lo qué, al no poder, negarme a ver, empezaba a gritar “ no, no” y entonces,
como ya sabía mí hijo qué pasaba y por, orden , “del médico”, me
ponía, una “Inyección” de Válium, y a los 5 minutos,
estaba dormida , y cuándo me dormía, abandonaba el cuerpo¿?
Igualmente sobre estos
temas, tan siniestros y terribles, me niego a comentar, son hechos, muy
dolorosos, “inconcebibles, incomprensibles”, y dolorosos
de aceptar, pero, ocurrieron son reales y duelen.
(...............)
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