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PARTE 38
LA HISTORIA
FAMILIAR
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A los lectores de Internet,
los voy a hacer participar de algunos hechos que para mi sola, son pesadísimos
y no es justo que yo sola, cargue, con todo el peso que me han obligado a
transportar por este dichoso y vendito mundo, guau, miau...
Comenzaré desde el principio,
que es por donde sugieren se empiece.
Cuando mi amada Madre me
casó... ya no es ninguna novedad.
Yo entré dentro de esa
aristocrática Familia sin saber o imaginar “qué era eso”, empecemos
como yo lo supe explicar; solo tenía 2° grado, ya que había comenzado el 3°
grado, pero al ponerse mal mi Madre, yo debí dejar de estudiar, ya que
debía “casarme”, yo no entendía que tenía que ver una cosa con la
otra, grrr... en fin.
Claro, tenía que ver... ¡y
mucho! Era el quid de la cuestión, para que nadie se asombre yo recién “lo voy
comprendiendo”, pero como dice una canción que solía cantarme mi hijo para estas
ocasiones, que decía: ...”Tarde ya muere el Sol”... y en ella resumía todo el
“retardo” que tuve en entender las cosas... guaaau.
“Más vale tarde que nunca”,
tarde pero las fui entendiendo.
Al ingresar a esa morada,
ignoraba que era “la antesala del infierno”, según mi Madre me
casaría para no quedarme sola, en orfandad de este mundo, de allí que lo haría
con “un buen pretendiente” para insertarme dentro de una
Familia bien “constituida”, cosa que no anduviese rodando como una bola
por los intrincados laberintos de esta tumultuosa vida.
¡Qué vendita sea mi Madre y
sus nobles pensamientos”!, yo; ...“sí
mami, no mami, bueno mami, lo que vos digas mami”... no quería
contrariarla, pero pero el destino no me ayudaba, con “la selección de
pretendientes”.
El primero – de los 12 años
hasta los 13 – lo soporté un año, el segundo – de los 13 a los 14 – y allí mi
Madre se engranó y me dice: “te vas a casar con este y se acabó”,
la verdad que les hice una de cada color para que desistieran y se fueran, pero
eran resistentes como la ropa “Anan de Pergamino”, o “la yerba Taraguí” que
aguanta hasta el último sorbo.
¡Qué felicidad inmensa se
cumplió el sueño de mi Madre... me casó!”.



Entrar en esa casa, era como
meterse en una bolsa de gatos... miau, miau.
“Eran 7 hermanos y ella no era
tan santa” que digamos.

Participación para mi Casamiento


Felicitaciones de los Moyano Loza

Felicitaciones de los Moyano Lezama

Felicitaciones de los Moyano Cires


Rosalía Elena Taglialabore -
DNI: 2.822.610 – Nac: 30 de Mayo de 1930 – Rosario, Santa Fe, Argentina.
Vamos a decir la verdad!!!...
la vida nunca me sonrió, siempre me mostró los dientes, cuando no los
colmillos.
En cambio yo a la vida siempre
le sonreí comprensivamente, por más perrerías que me hizo, por eso es que
llegué a la conclusión, que justo es que compartamos, las alegrías y las
penurias, con los lectores de Internet.
¡No fuera de broma... aquí
alguien se está llevando mi parte de “alegría”!
Y como diría el viejo
Vizcacha... me están madrugando.
Yo no digo que me regalen
nada... pero un reconocimiento, una medalla o plaqueta, por la “corajeada”...
la vida ¡no me reconoce nada!
Prosigo con el relato de esta
ingrata vida.
Eran cuatro chicas y tres
varones.
Apenas me casé yo e ingresé a
la Familia, fallecieron 2 de las chicas, no del “susto por mí”, sino por la
epidemia de la época, o sea “que yo era la más chica de la Familia”, después
del lamentable deceso.
Una mujer y un barón se
casaron, pero era común en esa época, los domingos reunirse todos, éramos
igualmente 10, una jauría.
Así como eso era común,
reunirse los 10, así eran las “tremendas trifulcas”, que se armaban,
yo no estaba acostumbrada a ese ritmo.
Para que esto se entienda,
comenzaré por la azarosa vida de mi querido y sufrido “Suegro”, debido a él
existía “esa Familia y ese apellido”.
El Padre de mi Suegro tenía fincas de cañas de azúcar en Tucumán, las cuales eran atendidas por matrimonios con hijos
y ellos se ocupaban de tomar, las cosechas en tiempos de la zafra y llevar la
caña de azúcar al “Ingenio”, el cual les devolvía, parte bolsas de azúcar,
parte en dinero, las bolsas de azúcar las embarcaban en el tren carguero, El
Mitre, directo a Córdoba,
a “Villa
del Soto”, que tenían la Fábrica de Dulces “La Soteña”,
mientras mi Suegro estudiaba una carrera universitaria en la Facultad.
A todo esto, el Padre fallece,
de allí que mi Suegro debió dejar los estudios, para ocuparse, de “los
negocios de la Familia”.
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Anexo: (citas del
Belicena Villca)
“En el curso de esa vía no evolutiva, los convocados,
los llamados a cumplir con la misión familiar, serán capaces de crear “mágicamente” varias cosas. Los Iniciados
en el Misterio de la Sangre Pura obtienen, por ejemplo, un vino mágico, soma, haoma o amrita; luego de una destilación milenaria
del licor pautado, éste es incorporado a la sangre, recreado, como un néctar trasmutador. También la
manipulación del sonido permite arribar a una armonía superior, a una música de
las esferas; el Espíritu, vibrando en una nota única, om, recrea la esencia inefable del logos, el Verbo Creador. Y tanto aquel
néctar como este sonido, u otras formas arquetípicas semejantes, pueden ser
recreadas en el Espíritu y comprendidas por el Símbolo del Origen, comprendidas
por lo Increado, abriendo así las puertas al Origen y a la Sabiduría.
Su familia, Dr. Siegnagel,
fue destinada para producir una miel arquetípica, el zumo exquisito de lo dulce. Desde tiempos remotos, sus
antepasados han trabajado todas las formas del azúcar, desde el cultivo hasta
la refinación; desde las melazas más groseras hasta las mieles más excelentes.
Un día se agotó el manejo empírico y un azúcar metafísico, es decir un
Arquetipo, se incorporó a la sangre astral de la familia, dando comienzo a un
lento proceso de refinación interior que culmina en Ud. Hoy el azúcar
metafísico ha sido ajustado a la perfección arquetípica y el esfuerzo de miles
de antepasados se ha condensado en su persona: la dulzura buscada está en su
Corazón.
A Ud. le toca dar el último paso de la trasmutación, recrear ese azúcar arquetípico en el Espíritu,
y comprenderlo
con el Símbolo del Origen. Pero no soy Yo quien debe hablarle de esto, pues sus antepasados se harán
presentes un día, todos juntos, y le reclamarán el cumplimiento de la misión.
(Página 39).
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“Pero esta tarea no fue todo lo que
emprendieron los Templarios contra la Casa de Tharsis
en esos años: el Castillo de Aracena era una obligación impuesta por los
Inmortales, a la que habían dado fiel cumplimiento; ahora esperarían pacientes
el regreso de Bera y Birsa para que Ellos lo empleasen en sus planes. Mas esa
paciencia no significaba inmovilidad; por el contrario, no bien que fueron reconquistadas
las regiones en poder de los árabes, la Orden se lanzó a una campaña de
ocupaciones en todo el país de Huelva, ora asentando guarniciones en fortalezas
y ciudades rescatadas, ora construyendo nuevas iglesias y fortificando plazas.
La distribución de tales ocupaciones no ocurría al azar ni mucho menos sino que
obedecía a una rigurosa planificación, cuyos objetivos no perdían nunca de
vista la necesidad de rodear a la Casa de Tharsis
y conspirar contra el Pacto de Sangre. Para recordar sólo los más importantes sitios
de esos despliegues vale la pena mencionar la cesión obtenida sobre el Convento
de Santa María de la Rábida, en Palos de la Frontera, frente a Huelva, del cual
ya volveré a hablar. O la posesión completa de Lepe, la antigua Leptia de los
romanos, situada a seis kilómetros de Cartaya, con el propósito manifiesto de controlar
la desembocadura del Río Piedras, por donde suponían que podrían navegar
secretamente los Señores de Tharsis. O el sospechoso interés por residir en la
insignificante Trigueros, a 25 kilómetros de Valverde del Camino, muy cerca de
Turdes, donde construyeron la iglesia parroquial que aún existe: es que
Trigueros, antigua población romana, se halla enclavada en medio de una fértil
y extensa campaña que constituía en tiempos remotos el
corazón de la tartéside ibera; en sus campos, se hallaban diseminados
sabiamente decenas de dólmenes y meñires, herencia del Pacto de Sangre, que los
Templarios se dedicaron en esos días a destruir prolijamente: sólo se salvó un dolmen en la Villa de Soto, que
puede visitarse hoy día, pues los Señores Moyano de la Cera, de la Sangre de Tharsis
y tradicionales fabricantes de dulces y mieles, impidieron a los Caballeros
de Satanás concretar su infame misión: Villa de Soto se halla a 5kilómetros de
Trigueros y el dolmen se encuentra en la “Cueva del Zancarrón de Soto”. (Página
143).
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–Papá, Mamá –dije enfáticamente– ¿en vuestras familias habéis tenido antepasados
o parientes que siguiesen un oficio o artesanía por tradición?
–Eso era una costumbre muy común en Europa –respondió Papá pensativo– hoy
lamentablemente olvidada. En mi familia hubo muchos médicos como tú, Arturo, y
hasta boticarios como mi padre, pero sin que esto fuese una ley, pues tuvimos también
buenos agricultores como Yo: jof, jof, jof, –reía mi padre celebrando su ocurrencia.
En cambio la familia de tu madre,
–prosiguió más calmo– sí que tiene una tradición en
el cultivo y la producción del azúcar. Tú sabes que a ella la conocí
en Egipto cuando mi padre, allá por el 35, decidió abrir nuevos mercados al comercio
del tanino, en vista de que la industria textil de Europa y América funcionaba sujeta
a rígidos monopolios. Mi padre pensaba vender tanino a las florecientes
industrias textiles árabes y turcas, por lo que inició un viaje por Medio Oriente
cuya etapa final era Egipto. Yo tenía 18 años en esa época y, contrariando los
deseos de mi padre que prefería verme convertido en Ingeniero, mi aspiración
más grande era ser agricultor. Confiando que el largo viaje acabaría por
disipar lo que mi padre tomaba como un capricho, fue que accedió a llevarme consigo.
Al llegar a Egipto fuimos recibidos por un tío abuelo, Hans Siegnagel, miembro de una rama de la familia que
habita, aún hoy, cerca de El Cairo. Los Siegnagel de
Egipto viven allí, al parecer, desde la invasión de Napoleón, junto a cientos
de familias de origen germano, las que conforman una fuerte colectividad.
Bien; durante los días que pasamos en El Cairo, mi interés estaba centrado
en observar los grandes Ingenios Azucareros
que se extienden a lo largo del Nilo y las interminables extensiones sembradas
con caña de azúcar.
Papá, al ver que mi inclinación por la Agricultura en vez de disminuir se hacía
más intensa, comprendió que ésa era mi verdadera vocación y decidió aceptar la
amable invitación del Barón Reinaldo Von Sübermann,
dueño de un poderoso Ingenio con plantaciones
propias, para que permaneciera en su hacienda estudiando las técnicas de
cultivo.
Estuve allí desde el año 35 hasta el 38, en que las perspectivas de una paz
mundial duradera se diluían rápidamente, debiendo ceder a los insistentes llamados
de mi padre para que regresara a la Argentina.
Emprendí el viaje de regreso en junio del 38, pero no lo hice solo; conmigo
venía la hija del Barón Von Sübermann, una bella Walquiria que por la gracia de
Wothan, puedes contemplar aquí presente.
Reímos todos, especialmente mi madre que había permanecido con los ojos en
blanco, mientras Papá recordaba su fascinante vida.
–¿Qué ocurrió desde entonces? –pregunté, sabiendo que le haría bien a mi
viejo padre completar la historia.
–La guerra abrió brechas dolorosas y forzó separaciones definitivas.
Muertos tus abuelos (mi padre y el Barón) ya no volvimos a conectarnos con
los parientes de Egipto. Muchas veces lo he sentido por tu madre –la voz se le aflojó–
que es alemana-egipcia y ha debido sufrir mucho por la separación.
En cambio –continuó ya más compuesto– mis sentimientos patrióticos sólo son
para este país y en ningún otro lugar estaría mejor que aquí. Fíjate que tu Bisabuelo,
el primer Siegnagel que vino a América, lo hizo en 1860 a pedido del Gobierno
para trabajar en la fabricación de explosivos, ya que él estaba reputado como
Químico de prestigio. ¡En más de un siglo, mi buen Arturo, los Siegnagel se han
hecho más argentinos que el mate!
Cuando papá hizo referencia al sufrimiento que había experimentado por permanecer
lejos de su familia y del solar natal, mi madre se acercó y comenzó a mecerle
tiernamente los cabellos mientras vertía amorosos reproches.
En tanto que los viejos se hacían arrumacos, Yo sentía arder las mejillas; estaba
como alelado, viendo a la imaginación desbocada ya, trazar las más audaces
hipótesis. La afirmación que hacía Belicena Villca en su carta sobre la misión familiar
de “trabajar alquimísticamente el azúcar”, se veía confirmada en principio por
el relato de mi padre. Era una indudable realidad, el que los Von Sübermann fueron productores de azúcar desde tiempos
inmemoriales, pero ¿cómo lo había sabido ella?
Pobre de mí; ni soñaba que esta confirmación del acierto de Belicena era sólo
la primera de las muchas situaciones que, en el futuro, me demostrarían hasta
qué punto lo absurdo y lo real estaban compenetrados en torno a ella. Ting, Ting,
el sonido del triángulo, que tocaba la criada india llamando a cenar, me sacó
de tan grises pensamientos. (Página 411, 412, 413).
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Kurt Von
Suberman, tío (materno) de Arturo Siegnagel es (por cambio de identidad: Sr.
Cerino Sanguedolce, con domicilio en: Calle Fray Mamerto Esquiú 95 - Santa
María - Provincia de Catamarca.
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Te repito que el tiempo apremia, neffe, así que dejaré para otra oportunidad
el relato de las aventuras corridas hasta llegar a Italia. Mencionaré solamente
que en Junio de 1945 me reuní con Karl Von Grossen y Oskar Feil en el
Monasterio Franciscano del Sur de Italia y que permanecí allí hasta Febrero de 1947.
En esa fecha nuestro contacto con La Araña nos presentó a un oficial del Ejército
Argentino de nombre Zapalla, quien nos proporcionó pasaportes y pasajes, y,
desde luego, nuevas identidades: Yo pasé a llamarme Cerino
Sanguedolce, como tú ya sabes; Oskar se
convirtió en Domingo Pietratesta; y Karl Von
Grossen, Carlo de Grandi. Los tres aparentaríamos ser inmigrantes italianos,
de allí la filiación linguística de los nombres.
Ya en este país, todo sucedió como lo había previsto Tarstein: nos entregaron
el dinero en Buenos Aires, y cada uno se fue a vivir a una Provincia distinta. Von Grossen quedó en Buenos Aires y, como dijera Tarstein,
no tardaría en dedicarse a organizar un Servicio Secreto en compañía de
otro antiguo Camarada suyo de la Gestapo, el Standartenführer Justiniano Von Grosmann.
Oskar Feil eligió Córdoba, y parece que los Dioses lo habían
guiado pues años más tarde encontró allí la Orden de
Caballeros Tirodal, que orientó sus últimos días; y Yo, sabiendo que los
Siegnagel residían en Salta, decidí que “Santa
María de la Candelaria” era un buen título para la Virgen de Agartha, y adquirí
esta finca donde habito desde entonces.
Habiendo quedado atrás la Guerra Mundial, y debiendo ceñirme a “mis órdenes”,
retomé la tradicional profesión familiar de la
fabricación de dulces y permanecí oculto hasta ahora, meditando
todos estos años sobre lo que había ocurrido en la primera mitad de mi vida.
Mis únicas esparciones fueron las esporádicas visitas de tus padres, o de
Oskar, a los sitios neutrales acordados anticipadamente para sostener cortos,
cortísimos, encuentros. Y los únicos acompañantes permanentes que he tenido,
fieles por demás, han sido los perros daivas: Ying y Yang son la tercera
generación argentina, bisnietos de Yun y Yab.
Y nunca, nunca desde que me radiqué en la Argentina, salvo el fallido intento
de tomar contacto con Nimrod de Rosario en Córdoba accediendo a la solicitud de
Oskar, nadie me convocó para cumplir la misión final de la Sabiduría Hiperbórea
hasta que tú apareciste por aquí con la Carta de Belicena Villca. No me
avergüenza confesarlo: ya había perdido toda esperanza de que se
cumplieran los anuncios de Konrad Tarstein. (Página 689).
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La segunda circunstancia fue
una salida que solo contaba con mínimas referencias y proponía ubicar el paradero de De Grandi (Karl Von Grossen) en el norte argentino, algunos
datos que se le filtraron a Arias más un método esotérico de “aproximación
estratégica” dieron resultado positivo. De Grandi se mostró complacido por la
presencia de Rosalia y su hijo, más se veía a la legua que se encontraba en
extremo alerta por lo que Moyano decidió una estancia breve para no complicar
las cosas, de todas formas allí Moyano conoció detalles de “La Operación AL ESTE” de labios de su protagonista,
que más tarde narraría en SU NOVELA INICIÁTICA, antes de que se retiraran De
Grandi los participo con una invitación a una reunión de la “Juventud Hitleriana”
a realizarse durante la Pascua en su estancia, a lo que respondieron que gustosos
participarían. Al regreso a Ledesma Moyano considera que concurrir a ese
festejo sin el conocimiento de Arias, podía resultar el peor negocio; (Primera
Disertación – Página 77).
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Moyano
Cires Cia. - Fábrica a vapor de Dulces “LA SOTEÑA” – Villa de Soto.
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Aquí comienza el drama de mi Suegro, o “El
Calvario Coya”.
El viajaba constantemente de
finca en finca, del ingenio a la fábrica de dulces y la mar en coche.
La Familia de mi Suegro “tenían
negros para la servidumbre”.
Matrimonios negro, a él, a mi Suegro lo crío una
negra; "Doña Tomasa” y le decían como era la costumbre entonces: “el
niño”.
A pesar que ya se había
abolido la esclavitud, no se quisieron ir y se quedaron con la Familia... Los
negros... ¿a dónde iban a ir? si no.
O sea que cuando mi Suegro visitaba las
fincas, los caseros gritaban: ¡viene el Niño!, por lo general trataba los
negocios y dormía en un hotel, se quedaba solo el tiempo necesario con los
finqueros.
Pero un maldito día, en una
finca “lo esperaban" con un soberano asado, un lechón o cordero y le
insistieron en quedarse, comió y lo “roció con tintillo”... que mi Suegro, “según creía,
algo le habrían echado al vino”, la cuestión que despertó al día siguiente, y
no se podía levantar, que la cabeza se la partía y tenía junto a el una “china
coyita”.
Resulta que en esa finca,
generalmente estaban la Madre y el Padre como encargados, como mi Suegro no conocía a
nadie, de la noche a la mañana, debió hacerse cargo de todo, el Padre y la
Madre habían fallecido y solo estaban los hermanos, eran 2 y la coyita
hermana... y esta tema del asado fue un complot de los hermanos.

La cuestión que la china quedó
embarazada (eso le dijeron) y se fueron a Córdoba los dos hermanos con la
ferretería y la china para "casorearla" allí nomás en Córdoba, y allí
nomás debió casarse o lo liquidaban.
Cuando llevó la china a su
casa le dijeron... “qué cómo se atrevía a llevar eso a la casa”... y
el quiso explicarles, que esperaba un hijo de él, y le dijeron que a él solo
sí, pero a ella ni locos.
Así fue el primer
enfrentamiento con su Familia, o sea que un muchacho joven, es lo común que los
Padres lo bancan para que estudie, “pero con cola como el barrilete no”.
O sea que ya no había vuelta
atrás, le serraron las puertas en las narices, y el repertorio de
siempre: “lo hubiese pensado antes”. ¿Antes de cuando?, aquí va
parte de un tango que decía: “la gente es bruta cuando se engaña”... por
supuesto, la gente, los vecinos, el pueblo... pero ¿y la Familia?, claro que
los hermanos de ella tenían interés monetario, pero ella era una indiecita...
¡a ella le gustaba el Niño!, ella no se si tendría un metro y el 1,80 o 1,90
rubio, nunca me fijé el color de los ojos, a mi me trataba de Usted, y cuando
me decía: “venga para acá que vamos a aclarar algunas cosas”... yo
temblaba, prefería cualquier cosa a que me increpara... ¡mi Suegro! ... para mi era la
muerte.
“Primero era un caballero”, me decía las
cosa como nadie me había hablado nunca, yo Padre no tenía, se lo llevó la turca
cuando yo tenía 2 años y mi Madre 24, “a él se lo llevó el carnaval”.
Prosigo, era recto, justo, buenísimo, humilde, para mí era un
Padre, un consejero, comprensivo, pero eso sí, ya
me tenía el tiempo tomado el tiempo, y apretada la tecla, que más me hacia
gemir, yo me ponía a llorar desconsoladamente y el aprovechaba, para machacar,
más fuerte, no me tenia piedad ni consideración porque sabía que era la única
forma de que la entendiera.
El tema es que mi Madre me
casa y a los 8 meses se muere, le prohibieron verme más, una cuñada me dice
mucho después que algo como un mes después le dijeron: “bueno señora,
ya la casó a su hija, ahora no tiene más nada que hacer en la casa y no se le
ocurra venir”... yo no lo sabía, tal es así que un día como todos los días
viene el carro del verdulero y mi Suegra me dice que salga y lo atienda y
compre cebolla, yo salgo ya que me tenían prohibido, salir ni a la puerta, me
levanto el delantal y al arrimarme al carro, veo, una señora que está en la
media cuadra, que era esquina y me espiaba, con un vestido violeta, como el que
yo le hice yendo al corte y confección “y me quedé aturdida”, no lo
quería creer... ¡no... como va ha ser mi Madre y no va a venir a verme!, no,
no puede ser... no dije nada a nadie, pero esto aumentó mi angustia y cuando
fallece a los 8 meses de casada, ya eso los convenció que era cierto que me
casaba porque le quedaban relativamente, el tiempo justo... cuando ella
falleció, yo estaba de tres meses... no estoy equivocada, me casó el 26 de
noviembre y falleció el 26 de julio... ¡no! Me equivoqué, el 24 de de noviembre
me casé (recién me fijé en la libreta de casamiento), guaaau...
Yo estuve los 15 años de
casada llorando, una por mi Madre otra por haberme casado y haberse hecho humo
y no verme más.
De allí que mi Suegro aprovechaba
cuando se quedaba solo conmigo para ajustarme las clavijas, como a la guitarra.


Y me decía: ...”escúcheme,
Ud. Debería estar agradecida a suMadre, que la casó antes de morirse, piense
que si Ud. Se quedaba sola que iba a ser de Ud.”, psss, snif, bubunnn...
.
Sí... esas son palabras
lindas, consistentes, no huecas... pero una de las condiciones era que ella
vendría a vivir conmigo.
Bien, prosigo, ya expliqué en
otra página este tema, en una oportunidad y estando mi marido en casa, yo me
saco un delantalcito de cocina, en la cocina y mi Suegro va y me pone una
tranpera de laucha en el bolsillo, pero yo me avivé y no me pasó nada, entonces
la desactivé y la volví a poner en acción y se la puse en el picaporte donde
seguro iría, así fue, va a tomar el picaporte y ... Chaff!, le tomó los dedos,
se puso a los gritos y le dice a mi marido que pusiera orden: ...”¡tu
mujer no tiene juicio, ni formalidad!”... y mi marido (Rubén Darío) por primera vez saca la cara por mí, yo escuchaba
asustada y el le decía: “pero papá, ¿no ve que es una chiquilina de 15
años?, que juicio y formalidad le va a pedir” y allí mi Suegro lo abarajó y le
dice: “¡cómo, no me dijiste que estaba por cumplir los 18?”, y mi
marido le dice: “Sí, pero me olvidé de decirle que dentro de 3 años”.
Stop.
Bueno y allí le dice: “no
le hago bromas que ella no sabe medir donde empieza y donde termina, el derecho
de cada uno, el permiso... Ud. Le hace bromas pesadas y ella ¡qué sabe!... cree
que está en igualdad de retribuirlo, es Ud. el que tiene que controlarse”,
al final en cada despiojes de estos yo aprendía un montón, grrr, psss, mi Suegro estaba desconcertado.
Prosigo con el relato.
Al final tubo una trenzada
fuerte con su Familia y él de la bronca o disgusto por la incomprensión, por el
desprecio a la chinita, que si vamos al caso él tampoco la quería, le tendieron
una cama ... y bueno él era recto y tenía honor, pero estos condimentos en
ciertas cosas, como estas, para la Familia quedaban fuera de discusión, 1° está
el respeto y honor de la Familia, su alcurnia, su idiosincrasia y después si en
caso en 2° término, el problema personal de él y la Coyita, aunque ella decía
que era tucumana, porque tenía mejor categoría decir tucumana que coyita,
estaban en la finca en Tucumán los Padres cuando los contrataron.
Prosigo, la Familia se sintió
humillada, rebajada, señalada, ya que vivían en la figuración y para la
figuración, ERAN DE LAS OLIGARQUIA, Familias Patricias, participaron en
la Independencia de la Patria, esta Familia se compone de Patriotas, Héroes,
caídos en las batallas ¡y que este hijo les saliera descastado?, cuanto
que al morir su Padre debería haber sido el Puntal, Soporte de un legado que la
fue confiado, un Legado Patriarcal, y él, consideraba la Familia, lo había
denigrado al punto que su Familia se sentía en la más tremenda orfandad, las
hermanas se hicieron monjas.
A todo esto y con tantos
reproches, que el creyó injustos, mi Suegro les dijo que ya mismo renunciaba a todo lo que podía
corresponderle; rédito, Familia, bienes, patrimonio, legado Familiar con todo.
De allí que todos los domingos
se armaban las trifulcas “panorámicas” que yo no entendía porqué, ya que se
cuidaban muy bien de mencionar algo que el que oyese pudiese llegar a
interpretar, deducir de que corno discutían.
Prosigo, mi Suegro tomó su “coyita”
y se fue y se puso a trabajar de “Mótorman de Tranvía”, para que
todos lo vieran... “¡mirá el niño!”, y a ella la puso a hacer empanadas,
que era lo que sabía hacer y a vender, y le dijo que la llenaría de hijos (10),
de lo que se, 3 se le murieron de chiquitos que cuando me casé había 7 y 2
fallecieron, cuando me casé.
Cuando en Rosario abrió la
empresa “La Ciudad de Roma”, que era lo que hoy son los fabulosos
supermercados, mi Suegro entró de vendedor, sacaba salario Familiar por los 7
hijos y aparte, sacaba todo, de la empresa; ropa, calzado, calzado y
comestibles.
Bien, nunca pude saber, el por
qué de esa guerra Familiar, cuando lo supe ¡fue tarde!

Entonces era todo campo... se
contaban las casas y las chicas recién salían del colegio, que las puso pupilas
en las monjas a los 6 años y ya cumplían los 22 años, y... o salían, o se
hacían monjas y mi Suegro las sacó, las retiró del colegio.
Allí entré yo a formar parte
de esa trups.
Seguían las peleas y estaban
dividida, la Familia en dos.
Al final pude saber que le
reprochaban a mi Suegro que él no tenia ningún derecho de haberlos privado de
la herencia que les correspondía y “el patrimonio Familiar, quitarles
la herencia de la sangre, su patrimonio cultural, la idiosincrasia, la
alcurnia”, en fin eran un rosario de reproches, que le hacían a mi Suegro.
A mi me trataban como bien lo
dijeron un día que vino una señora muy elegantona ... no se si de buenos Aires
o de Córdoba y les pregunta: “¿y esta chica?, por mí y le
dicen: “es la muchacha”, y yo idiota de mí le estiro la mano y la
señora muy amable me saluda, Claro yo qué sabía quien era “la
muchacha”... pero la mujer si me sonrió y habrá pensado: ”que
educada es esta muchacha”, en fin supe que la señora venía a avisarle a mi Suegro el fallecimiento
de la Madre.
Pero voy a otro tema , un día
me encara la jauría , y me estaban basureando y entre ellos estaba mi amado
esposo, en eso mi Suegro estaba en una pieza, sale de tarje y dos valijas y le
preguntan: “¿Papá, adonde va?” y contesta: “a mi
Córdoba” y las chicas se le prenden de las piernas y empiezan a
gritar: “¡no papá, no!” y el les dice: “bueno la van a
tratar a elle como Dios manda, si no...”, yo estaba mirando la escena, no
sabía donde meterme.
Y bueno la cosa pasó, pero al
día siguiente se fueron todos.
Yo hacia poquito que me había
mudado al saladillo a ocupar otra casa, que mi Suegro había desalojado
a los inquilinos, porque se casaba un hijo y por falta de pago, el hijo era mi
marido, así que debimos irnos, yo estaba de casualidad ese día.
Para organizar haber como
hacíamos con mi Suegro ya que al no estar más mi marido, allí en Villa
Diego, al haberse mudado al saladillo, yo debía estar con el y hable con las
hijas y nueras haber como hacíamos ya que mi Suegra hacía rato que lo había
dejado solo, y yo había estado viniendo durante un año todas las mañanas,
porque las hijas y cuñadas decían que sus hijos estudiaban, en cambio el mío
que tenía 5 años recién empezaba el colegio, pero como las señoras no podían,
tuve que sacarlo a mi hijo del colegio e ir todas las mañanas, y regresar por
las noches al Saladillo, a mi casa y llegaba a las 12 hs.
Mi Suegro me pedía, me
imploraba que lo dejase solo, porque no lo resistiría, cuando llegaba a mi casa
me ponía a llorar por mi Suegro que quedaba solo.
Yo viajaba todas las mañanas,
lavaba la ropa, limpiaba mi casa y luego me iba con mi hijo y regresaba a las
10, tomaba el ómnibus de regreso a veces lo perdía y debía esperar sentada en
el Banco de porland que estaba en la avenida San Martín frente al despacho de
Ramos Generales de Lavalle, hasta que vinieron las vacaciones de las escuelas,
entonces fui un sábado y le dije a una de mis cuñadas, esposa de mi
cuñado: “bueno doña, ahora ya no tendrán excusa para venir a atender el
abuelo, ya que yo es el último día que vengo”.
Cuando me estoy por ir le dice
la víbora de mi concuñada a mi suegro: “así que se le va la sirvientita” y
le digo barajándola: “si, justamente la sirvientita, porque Ud. Es la
Sra. de... yo soy la sirvientita”.
Solo Dios sabe lo que me
costaba hacer eso y no era por mi suegro, sino por la desidia que tenían todos y para ver como
reaccionaban, hoy el cargo de conciencia no me deja vivir, porque nunca lo
debía haber hecho y más después de haber presenciado las trifulcas y como lo
trataban a mi suegro y si se contenían un poco era por mí, porque por nada
del mundo querían se supiera, el porque de las trifulcas.
“Retrocedo”, aunque esto ya lo
explique al principio de la página, Mi suegro y mi suegra se levantaban a las 7 de la mañana y
tomaban mate y ella se iba y el quedaba solo asta que yo llegaba. Esto fue así
durante años ya que yo no savia el tema, que la familia o mejor las chicas
tenían tuberculosis.
Cuando me case entre en esa
familia, a la más chica la pusieron a los meses, pupila de las Monjas, yo tenía
15 años y la piba recién cumplía los 14 años... en Mayo igual que yo, éramos de
géminis; signo dual de aire, volátil, alegre chispeante, nos entendíamos,
divinamente, pero lo bueno dura poco para mi, ya que las Monjas Adoratrices
recién reciben pupilas desde de los 14 años, recuerdo, como lloraba ella: “¡no
mamá no me encierre, yo me voy a morir si Ud. me encierra!”, y la madre tenia
el corazón más duro que el pedernal, así fue que la encerró, y yo iba con mi
suegra todos los domingos a las 2 de la tarde a verla y que vea a mi “gurí”,
que ella lo quería y lo hacia renegar, cuando tenia los 18 años las monjas, lo
llaman al padre, mi suegro, que fuera a “retirarla” que estaba enferma, claro si
ella se desmayaba, frente al altar y siempre la encontraban allí, al final mi suegro le avisó a mi
cuñado al que la familia le decía “El Cacique”, el la fue a buscar
y la llevó e interno en La Liga Argentina Antituberculosis, que estaba en San
Martín y Ayacucho.
Y allí estuvo de los 18 a los
20, esta piba se llamaba Adela y la otra enferma, Elena, recién casada... lo
volvieron a llamar a mi suegro que la fuese a buscar que le daban el alta, que
estaba curada.
Yo viviendo en el Saladillo
por que mi suegro así se lo ordenó a mi marido, ya que un día mi suegro me dice si mi
marido me había dicho que las chicas tenían tuberculosis y yo que infierno
sabía, y me dice: “¡y cómo... tu marido no te dijo nada, para que
cuides al nene!”, y le dije que no, “si mi marido me dijo que él se
iría a Villa Diego y ella, la que se llamaba Elena, como yo iba a venir a vivir
conmigo”.
Y mi suegro casi explota y le
pegó un levante que yo ya no entendía más nada. O sea que a ella la intentaron
en el hospital Carrasco, donde estaban los infecciosos, pero lo más
desconcertante de esto es que ella hacia 2 meses que se había casado y el
médico dice que no tiene cura y que solo hay que esperar el desenlace, yo
siempre la calmaba porque tenía 30 años y estaba soltera y le decía solterona,
ya que yo tenía mi hijo de 8 o 9 meses y tenía 17 años y le decía quese
quedaría a vestir santos.
Pero pero el casamiento de
ella fue muy discutido y complicado ya que el era judío, se llamaba Moisés y la
iglesia no lo aceptaba y ella lo quería, entonces lo bautizaron, mi suegro y suegra fueron
los padrinos y a mi me decían que era la mezcla de la sangre, lo que la infectó
a ella... quilo sa... “¿pero en 2 meses?”.
Aclaro que esto lo estoy escribiendo
a pedido de las “chicas”... así es a pedido de Adelita y Elena, ya que del otro
lado me lo exigen.
Bueno quedamos que cuando le
dieron el alta a Adelita yo estaba viviendo en el Saladillo.
“Pasa, que pasa” que justo
sale para los Carnavales, pienso que ella debe haber presionado para que la
dejen salir.
Bien, que puedo decir de esta
piba... que la internaron a los 14, estuvo hasta los 18 vestida de “Seráfica”,
monja de casa... no se y sale y mi suegra la “Coya sin desmerecer a los
coyas” ya que estuve más de 5 años con ellos, ¿qué hace esta mujer?,
la lleva todas las noches a los bailes, la piba era un ángel, blanca como la
leche 4 años sin tomar sol y dos en “la Liga”, la cuestión que los muchachos
estaban locos por ella y la empaparon tres noches, de las 10 de la noche a las
5 de la madrugada empapada, al cuarto día comenzó con fiebre, yo volé a verla y
cuando la veo me dice: ¡hay... vos sabes lo que me está pasando?,
pero no le digas nada a papá ni a mamá, pero cuando me siento en la cama es
como si una botella hiciera, glu glu glu... y claro surgía un flor de
problemón, que cuando lo llamaron a mi suegro, él ves de llamarlo al Cacique, se la
llevó y ahora quien le ponía el cascabel al gato, tuve que ir y aguantarme el
sermón y pedirle que la venga a buscar, que la lleve al médico, al final aflojó
y me dice: “deciles a mamá y a papá que estén listos que paso por los
tres para revisarlos” y así fue que vino a las 7 y los llevó. El
médico dijo: “pleura, agua en el pulmón”.
De tener tantas horas la ropa
mojada, absorbió el vapor el cuerpo.
A partir de ese momento el
médico ordenó cama e inyecciones.
O sea que debí comenzar a ir
todos los días a la mañana desde el Saladillo a atenderla, ya que la mamá se
fugaba porque decía que no la podía ver sufrir...?????
Mi cuñado me ofreció que le
dejase el nene que lo cuidaba su mujer y a la noche, pasaba a buscarlo, además
ellos eran tíos y padrinos.
Eso sí, en los 14 años que
nació mi hijo, nunca se le festejó un cumpleaños, y él me
decía: “¡porqué al Pochi, al Dani, a la Adriana y a la Negrita le
festejan el cumpleaños y a mi no?” y yo le decía que porque ellos
no se acordaban “por sí solos”, entonces había que hacer una fiesta para
recordárselo, en cambio vos te acordas solo, sin que te tengan que hacer una
fiesta, “para qué?, si total vos sabes que existís, estas acá, no
precisas que el Tío y la Tía te lo recuerden” .
Era, fue un tema que tenía que
tragar saliva por partida doble ya que a los 10 de la familia, los domingos,
siempre cumplía alguien o mejor dicho era para festejar algún cumpleaños.
Por supuesto si yo era la
Muchacha... no me festejaron en 15 años de casada...???, pero lo que debía
trabajar los sábados y domingos para esa jauría!!
Prosigo con mi cuñadita
Adelita.
Cuando yo llegaba a las 9 de
la mañana mi suegra se hacia vapor y recién desayunaba, así transcurrieron
otros 2 años, hasta una mañana que llegué le quiero dar el desayuno y me
dice: “no, no quiero nada”, “¿porqué, qué te pasa?”, y me dice
: “¿para qué, si ya no vale la pena?”, y le digo: “qué te
pasa, no me vengas con cuentos! y se pone a llorar, - “¿qué te
pasa, contame!, y me dice que a las 7 cuando papá y mamá tomaban mate junto
a la ventana, -“senti que hablaban de mí, y mamá le decía qué pasa, que
ya no la llevan al médico y papá le dice para qué, dijo el médico que ya no
vale la pena hacerle más nada solo esperar” y yo le digo: “¿sonsa,
y vos le crees a los médicos?, si me dijeras que ellos tienen una fórmula para
preservarse ellos de la muerte, allí si les creería, pero vos... qué estuviste
en un colegio católico... ¿cómo podes creerlo, no viste que ellos dicen: La
ciencia ya izo todo lo que pudo, ahora está en manos de Dios... y que más
queres, o acaso vos ya no crees más en Dios?” , “si, si, si yo
quiero vivir”.
Al día siguiente de
este mal trago, voy a mi cuñado y le digo hacer algo y me dice que ya no hay
nada que hacer, y le digo de llevarla a San Nicolás, que allí hay un algo así
como un instituto y salta mi cuñada, o sea la esposa y me dice:“para que
llevarla a morir a San Nicolás, pudiendo morir aquí”, y casi me la como
cruda como un rabanito y le digo:“¡escúcheme... si Ud. tuviese una hija....
pero que digo, si Ud. tiene una hija de 18 años... y supiese que hay una
oportunidad no lo iba a intentar!”, y mi cuñado le dice: “vos no hables
más”, y yo me pongo a llorar y le dije: “hágalo por su hija que
Dios lo va a ayudar” y me dice: “bueno andá y deciles que
mañana a las 7 los paso a buscar”.
Me fui saltando de alegría y
disparando a darle la noticia y le digo: “Adelita que queres tomar” y
me dice: “quiero algo pero... no se si vos me vas a querer dar”,
- “decime lo que vos quieras”, - “para festejar, cebame
unos mates” y le digo:“bueno vamos a tomar mates cebados de
primera”, y tomamos los mates de despedida.
La familia.... si tomaban un
cubierto o un baso o un plato, le echaban con la pava delante de ella agua
hirviendo, y ella lloraba, ya sé que es la forma que se hace para matar los
microbios, pero... en fin.
Fuimos a San Nicolás y todo de
10... la aceptaban, pero el reglamento era que para internarse y como fuimos mi
suegra, mi cuñado y yo, elle me dice: “me bañas vos, no quiero con
mami... pero no me mires” y le digo: “si... a lo mejor tenes
algo fuera de lo común”.
Vamos al baño, pleno julio, no
tenían agua caliente y me traen una pavona como de 5 litros hirviendo y un
balde y un jarrito, era un internado de monjas, la bañé y la envolví en un
toallón, “que la vamos a pesar”... la pesan; 23 kilos, y enseguida
corrió la pesa y dice: ”¡23!” y le digo: “no tonta 32,
ya ni ves los números”.
Nos fuimos de vuelta y
volveríamos el domingo a verla, era jueves.
Al domingo fuimos con mi
suegra y estaba rozagante, hasta había engordado y le pide a mi suegro, que traiga para
el otro domingo, lana, que quiere hacerse una mañanita y fuimos las dos, y le
llevamos la lana y al volver el domingo siguiente ya había empezado la mañanita
rosa, las monjas le enseñaron el punto garbanzo, y nos fuimos estaba loca de la
alegría y gritaba: “¡quiero vivir!”.
Y a eso de las 8 de la noche,
ya habían apagado las luces y avisaron por radio que falleció Evita... y
todas las monjas, las enfermeras a llorar a los gritos. Ella se asustó tanto
que le dio un infarto, bueno... lo que fue traerla, el papelerío por el
control, el tema es que cuando la traían llovía a cántaro, veredas de barro...
fue una odisea, sin contar la perra de mi concuñada, empezó: “avisto,
yo sabía, yo lo decía... y para que, 2 semanas...”.
A esto, al tiempo, una de mis
cuñadas me dice: “yo nunca voy a olvidar lo que hiciste por mi hermana”,
¿y qué hice?, le digo, sin saber con que me iba a salir, y me dice: “que
les hiciste abrir el cajón a los de la cocería y la abrasaste y te pusiste a
llorar”, y yo estuve tan mal que si no me lo dice ni lo sabía y que el
hombre me saco y dijo: “bueno señorita lo tenemos que cerrar no podemos
dejarlo abierto, por el contagio, que despiden los microbios”.
Bueno se fue Adelita, le había
dicho a la familia, si me muero todo lo mío, mi ropa, zapatos, queda para elle,
por mí, y a veces me hacía enojar y me decía: “te crees que yo no se
que estas esperando que me muera”... sin palabras.
Juntaron todo y lo vendieron,
porque decían, precisaban el dinero, “SE FUE ADELITA, MI ANGEL”.
Prosigo con mi otra cuñadita
que estaba internado en el Carrasco, para infecciosos.
Un 1° de Mayo estaba toda la
familia reunida en Villa Diego de empanadas, asado y locro.
En eso... estoy en el fondo
del terreno de la casa y la veo que pasa por el tejido y salgo corriendo a los
gritos: “¡vino la Elena!” y se alborotó la casa, ya
que estaban todos los chicos, yo idiota de mi, corro y la abraso y le doy un
beso, ella entra y se reúne la familia a puerta cerrada, cuando salen, veo una
“hostilidad” conmigo que no entendía.
Una que al ser 1° de Mayo no
andaban ni los colectivos ni los taxis, o sea que se vino caminando!!... que se
yo... unas 50 o 100 cuadras, desde Alberdi a Villa Diego, o 200 cuadras, no
tengo idea!!.
Le dieron, un plato de locro y
la llevó en el auto mi cuñado.
Como esta cuñadita se enfermó
a los 2 meses de casada ella tenía su casa amoblada y su esposo Moisés.
Al final ella no quería estar
más en el hospital y quiso volver a su casa y que le pusiera el
marido las inyecciones.
Yo no sabía de su estado ni
preguntaba nada por la “Hostilidad”.
Después de este mal trago pasó
un año y mi marido me supo decir, que no se me ocurriera ir a verla.
Y yo pensé... me cuida... ¡que
va!
Al año me manda a llamar, el
marido de ella le dice al mío, ya que trabajaban juntos en el frigorífico, y
fui.
La Elena me abrasó y besó, y
me dice que quería que la perdonara y le dije de qué?, y me cuenta: “vos
sabes que mamá me vino a decir al hospital que vos estabas viviendo con mi
marido, que mantenías, relaciones y por eso me vine del hospital, pero mi
marido me juró que era mentira, y vos imaginate ponete en mi lugar, como mi
madre me hace esto, está bien suponte que es porque te odia a vos, pero, ¿y
yo?”, yo me puse a llorar y ella a consolarme y al final lloramos las dos,
y me dice: “¿ me perdonas por haberle creído a mi mamá?”, - “pero
Elena, Elena ni me lo preguntes, vos sos la victima de esta intriga, yo soy la
que te tiene que pedir perdón a vos, que ayas sufrido tanto tiempo sola esta
infamia”, -“te pido que la perdones a mamá”.
A las 2 de la madrugada un
vecino, vino a avisar que fueran urgente que ya se cortaba, fue mi
suegra, mi suegro y mi marido, la friccionaron con alcohol, ya que asta
que se apagó gritaba del dolor infernal corporal.
Que puedo decir de esto, que
me llamó cuando se sintió morir.
Se fueron las 2 enfermas de lo
mismo, la más chica y la más grande, las 2 chicas que más quería... 2
ángeles... y por ellas lo hago.
Son las 2 que no se, como
hacen de arriba, hace años me aferraron las 2 y me decían: “vos lo
tenes que hacer, vos sos la única, vos podes, nosotras no, no podíamos ni
debíamos”.
Pero no me dicen qué, que es lo que debía hacer... y recién me dicen que esto... lo que estoy haciendo, que su
Familia, la familia de ellos sepan, yo no conozco a nadie, ni nada
material, ni rencor me impulsa, yo ya estoy más allá de todo, curtida... curada
de espanto, y a soportar las consecuencias, lo hago para que las chicas y mi suegro descansen en paz,
no me guía nada mezquino.
Cuando yo me casé y pasé a
formar parte de esta aristocrática familia, mi cuñada Elena, la mayor de las
mujeres tenía 30 años, ella me dijo: “ya que viniste vos, yo te dejo la
posta y me voy a trabajar cama adentro, y vos te quedas en lugar mío, y ahora
vas a saber lo que es bueno”, yo no entendía nada, claro estaba harta de
que la madre se haga humo y la largue con toda la casa. Se fue a trabajar cama
adentro a la casa de una familia noruega, era el tiempo de la guerra, ellos eran navieros y
viajaban continuamente, o sea que ella hacia de casera, me supo llevar a
conocer y me quedé encantada, la casa adentro era un barco, la mesa y los
bancos largos como los de playa pegados al piso y 4 barras de madera que
atravesaban la mesa y seguían hasta el techo, servían de patas, pero lo más
notable era el piso de listones de madera de una sola pieza, el comedor era un
barco, a mí me encantaban los noruegos... vendrían cada mes ... o más, mi
cuñada Elena estuvo desde los 30 a los 32 que se casó con Moisés, y al mes se
enfermó y a los 2 años se fue, “pasando a otro tema y a otro mundo”.
Después que se fueron las 2
chicas quedaba la tercera que también se enfermó, con esta como estaba casada y
tenia un hija de 8 años, allí la encaré y le dije de todo, menos linda, me dijo
los síntomas y le dije: “señora hágase ver ya no ponga en riesgo a la
nena”, y me dice: “si, pero vos sabes lo que me va a salir si voy a
un médico y luego... si tengo que hacerme un tratamiento???”.
Y le dije: “¿cuántas
veces vas a estrenos de teatro y cines?, si no quiere hacerlo por Ud. hágalo
por su hija”, y así fue, el marido la acompañó y yo me quedé con la
nena. Viene y dice que tiene cavernas en los pulmones, que debía estar
estrictamente en cama, 2 litros de leche por día y ½ kilo de hígado crudo y
alejar la nena por lo menos tres meses, yo la iba a cuidar... el
hígado crudo en sellos o cápsulas, triturado, y mucha fruta, engordó
como 20 kilos, estaba rozagante, inyecciones de estreptomicina y oro, la
cuestión que no solo se curó, quedó hecha una ternera.
Quedaba la 4°, pero ella
estaba casada con el administrador de una mutual, o sea que tenía médicos y
remedios a su disposición, salió indemne de esta batalla.
Pero, pero lo que más las
enervaba, tanto a mi suegra como a estas dos últimas hijas era yo y siempre yo.
Yo era el misterio de todo,
tanto me mortificaron desde que ingresé a esa casa que es de no creer, o para estudiarlo
psicológicamente para tratar de desentrañar, qué tenían en la cabeza esta
gente, que Dios me perdone... pero con todas y tantas intrigas y taradeces que
me tuve que deglutir, que al final me lo tomaba en broma y me atacaba la risa o
me lo hacían los “Extras” para poder resistir los embates, no
creo que cualquier ser hubiera aguantado lo yo.
Empiezo... cuando entro a
formar parte de esta “sainete”, más comúnmente llamado Familia y... “que
mi madre me había casado con premio”... como vienen los huevitos de pascua,
yo... los y las miraba, seria y largaba la carcajada, y no les contestaba,
nunca les contesté ni a las indirectas o injurias.
Si yo tengo que decir mi
visión; los veía chiquitos, miserables, mezquinos de alma, seres miserables
empequeñecidos... de desconocer el amor, la solidaridad, la humildad, el
desprendimiento... ruin, carentes, de amor y cariño fraternal... “0”, nadie
quería a nadie, ni existía el compañerismo ni entre hermanos, ni los hijos con
los padres, ni los padres con los hijos, yo me quedaba espantada, ¡qué
orfandad!, como se puede vivir así tan vacíos, huecos de sentimientos, vivir
egoístamente, para sí, desvalorizando al prójimo con rencor a todos y a todo.
Claro, yo recién me enteré, de
las discordias y el problema de las trifulcas, domingueras, cuando ya mi
querido Abuelo o sea a mi suegro, ya dejaba el mundo.
Prosigo el tema, de si mi
madre me casaba porque tenía premio, siempre hasta hoy me tienta a la risa.
Después, el tema de porqué sus
hijas, gorditas y rozagantes y se morían, se enfermaban y se morían y yo con 40
a 42 kilos estaba allí... “esa es otra que no podían digerir”, mi
suegra me decía: “¿no te parece raro que mis hijas se enferman y se
mueren y vos no, que raro, no?”.
Allí ya no me reía, pero le
decía: “hay abuela, Dios sabe lo que hace, si me lleva a mí, ¿quién los
va a cuidar a Uds.?”.
O sino les decía que el Tata
Dios se iba a enojar por las cosas que decían, Ustedes tan católicas... las
chicas desde los 6 a los 22, orando...
Un día me animé y le pregunté
al médico como era el tema.
Primero de todo me dijo,
urgente tiene que separar a su hijo de los enfermos y le dije como tenía que
hacer, y me dijo:“si Ud. ve que hay un brasero y Ud. sabe que su hijo se va
a quemar, ¿no lo va a sacar?”, - “si pero vivimos todos en una sola
familia”, - “sáquelo llévelo a otra parte”, ese era mi
problema, mi terror, el no verlo más, el nene tenia 18 meses, y se enfermó, le
hice un enérgico tratamiento y se curó.
Pasaba lo siguiente; un día
viene mi hijo, que él siempre me llamaba “Tata”, ya que mi
suegra le prohibió decirme mamá... entonces viene el compadreándome, y me
dice: “miá Tata que dio la Avela”... y me muestra el mate, que le
estaba dando a mi cuñada Elena que ya le quedaba poco, y yo cuando veo, le
quito de un manotazo y le doy una cachetada, ya sabes que no quiero que tomes
mate, va llorando y le dice: “¡Abela, la Tata me lo quitó” y
mi suegra me grita: “qué te anda pasando a vos, si tenes algún problema
conmigo, no te la agarres con el chico”, que le podía decir, que no
supiese, lo hacía del veneno que tenía, encima lo mío no era ningún misterio,
me lo explico el médico, cuando estuve de mi “abuelita”, postiza, la judía y me
tenía encerrada en el gallinero, ¡el hambre espantoso que pasé! Y comía frutas
verdes, raíces, brotecitos, en fin me enfermé de los dos pulmones, así le
expliqué al médico de “Unione e Benebolenza” que me sacó una radiografía y
tenía secuelas en los 2 pulmones pero que como era de contextura fuerte me
había curado sola, ¡sí, justamente... me curaron de “arriba”!,
entonces al haber estado enferma, yo estaba inmunizada, yo vivía pidiendo que
me dejaran atenderlos a todos y después me lleven...guauu, grrr, miau.
Hasta el médico que lo atendió
a mi hijo también “se fue”... el nene se curó, le hice
estreptomicina y otras y se curó.
Bueno esto ya lo expliqué.
Que en la misma semana que
dejé de ir a Villa Diego a cuidar a mi suegro, una noche, tubo un vómito de sangre, quise saber que
pasó, nadie le quería decir a la “sirvientita o a la muchacha”, que
pasó, al final una me lo contó, al no estar yo se despacharon con todo, mi
cuñado el mayor, al que le decían el Cacique, lo encaró a mi suegro y le exigió que
le dijera porque se había casado con su madre y mi suegro, le dijo: “porque
me dijeron que estaba embarazada y para darte un apellido a vos” y el
hijo maledeto le dice: ”Por mi no te hubieras molestado, te regalo tu
apellido y te repudio como padre” y allí no sé que se le reventó a mi suegro, la cuestión que
empezó a vomitar sangre, que pasó no lo se, al día siguiente fui temprano a
atenderlo y mi suegro estaba en cama y mi suegra le estaba cebando mates,
fui a la pieza con el permiso de él porque me llamó, y en un descuido me
dice: “ahora que las vieja se vaya a la cocina” y me
dice: “no permitas que tu marido venda esta casa, es para cuando el
nene sea mayor de edad”, y yo le dije: “Ud. me pide que me ponga en
contra, no voy a poder con él y toda la familia”, - “vos vas a
poder, porque yo de arriba te voy a ayudar, escúchame que no puedo hablar”,
- “¡hay abuelo no me diga esas cosas!” y ya me puse a llorar,
- “prométeme que lo vas hacer estudiar al nene de ingeniero agrónomo”,
- “si abuelo, pero por que me dice estas cosas”, - “no
llores que va a venir la vieja y que no te vea así, toma todos estos
documentos, dáselos a tu hijo cuando sea grande, para que sepa quien es, quien
es su familia y donde entra él, ahora andate que va a venir mi hijo a buscarme” y en eso
llega y se lo llevan, él mira la casa como despidiéndose de todo y de mí y se
van con mi suegra, mi cuñado y mi suegro.
Cuando se van me pongo a
llorar, porque ya me sentía vacía, desprotegida, desamparada, algo se me iba
con él... fue horrible.
Pasó una semana, lo habían
internado en el hospital Británico, una mañana viene mi marido y me dice: “dentro
de unas horas lo traemos” y le digo: “yo lo quiero ver ahora”,
- “¿no entendes que dentro de unas horas lo traemos? y me puse
a los gritos que lo quería ver ahora, ahora, no después, - “pero si lo
vas a ver!!!”, - “no, ahora” y así, y me revolcaba,
hasta que al final me dice : “bueno vestite que te llevo”, eran las
10 de la mañana, cuando me voy a vestir me doy cuenta que no tengo que ponerme
y era agosto, un frío infernal, entonces me puse un tapado negro de mi suegra,
que cabían tres como yo, le puse un cinturón de charol de 4 o 5 centímetros y
unos zapatos de mi suegra, claro me había olvidado que la“muchacha no
necesita ropa”.
Llegamos a la pieza de mi
querido suegro; era una pieza con otra camita, para el crápula de mi cuñado “El
Cacique”.
Mi marido por última ves me
recalca que el padre está inconsciente, con los ojos cerrados y no te
va a ver, ...¡qué berretín de ir, para qué!...

Entramos a la pieza, había una
silla junto a la cama y yo me derrumbé allí y le tomé la mano y me puse a
llorar sobre ella y decía: “¿porqué, porqué abuelo, que pasó?”... y
mi suegro comenzó a dejar
correr unos inmensos lagrimones, y mi cuñada “la víbora”, la esposa de mi
cuñado, le grita a la hija de mi suegro o sea la hermana de mi marido... y mi cuñada: “¡vení
mirá que le está haciendo a tu papá que lo hace sufrir” y allí mi
marido y mi cuñado me sacaron afuera y “allí mi suegro se corto”, yo dije para mí me estaba esperando, no puedo
escribir esto sin llorar y pensar, ...Que vida más injusta, careció
totalmente de lo que un ser humano puede brindar a otro, aunque sea para
aliviar su alma que está por dejar ese cuerpo, como se puede ser tan
desamorado, tan falto de sensibilidad...
Mi suegro me di todos esos
documentos y me dijo que, para cuando tu hijo sea mayor y sepa quien es.
Pasaron los días y un
día empezaron a desarmar los muebles, yo no sabía que pasaba, y en eso voy a
ver que era ese batifondo y en eso me ven, estaban todos; mi suegra y su prole,
al frente mi marido y dicen: “ella, ella”y digo: “qué pasa?
– “vos debes saber donde están los papeles que estamos buscando” , -
“¿y qué es?, y entonces me dicen, - “los tengo yo”, - “¿y porqué
los tenes vos?”, - “y porque él me los dio”, y no me dejaron ni
explicarles, “¿sí, y porqué te los dio a vos , y vos que le diste, porque
algo le abras dado”!, y yo fui a la pieza, tomé todo y se lo tiré en la
cara a mi suegra de la indignación, y mi marido al frente, ¡qué asco!, como se
puede ser, tener un alma tan corrompida, empezando por mi marido.
Esa actitud de rebeldía y
furia “siciliana” que me atacó, me costó mucho pesar.
Claro mi hijo se cansó de
reprochármelo, nunca le dije que me dijo su “abela”... se lo dije
después que falleció mi marido y el me lo reprocho toda la viada: “vos
se los tiraste en la cara... ¿y estás orgullosa de la hazaña que hiciste?”,
claro no le dije el porqué, “si el abuelo eso te lo dio para mí, por
qué hiciste eso, si no era tuyo, ¡era mío!, el abuelo quiso que yo lo tuviera”.
Cuando falleció mi suegro, él (Luis Felipe) era el único que llevaba el apellido. El tenía...
era... que según mi suegro;
Era primo de “Don JULIO ROCA”
La madre era CIRES,
O sea “FELIPE MOYANO CIRES
ROCA”.


Yo solo puedo decir que estuve
casada 15 años con un “Coya”, que es lo que me tocó en el reparto.
Pero con quien?... hasta hoy
lo ignoro. Un señor de Córdoba me envía unos fascículos.
Cuando mi querido “Abuelo” me
lo dijo creyó que me iría a sentir menospreciada, herida al hacerme pasar por
15 años por la sirvienta o la muchacha, Que equivocado, después de ver el trato
y el hostigamiento con que fue tratado, creo que esa soberbia, “esa
aspiración o delirio”, nunca... se me hubiese subido a la cabeza, a tal
punto más fuerte que un sentimiento.
A la mañana empieza a venir
gente “a ver la casa de Villa Diego”, yo los atendía y les decía mi
parecer... “los desalentaba”, hasta que un día viene mi cuñado el Cacique,
abre la puerta de su auto y la deja abierta y como una tromba, abre la puerta
de la calle y me grita: “mocosa de porquería, vos que te crees, yo
pongo el aviso de venta todos los días y vos me espantas los clientes” y
le digo: “!Haaa..¡, la piensa vender, bueno yo voy a ir al juez y voy a
pedirla parte de mi hijo y mía”, y allí grita mi
suegra: “¡cómo?... esta casa es tuya” y yo no hubiese querido
nunca llegar a eso, y me dice: “si esta casa es tuya... no quiero estar
ni un minuto más en esta casa” y llamó que le lleven todos sus
muebles, y se fue a la casa del Saladillo de mi cuñado, le dijo, la iba a
vender, y la llevó a la casa de la hija, que tenía pensión y una pieza de 5 x 5
donde pondría todo el mobiliario, pero al mes, le sale la hija con que la
situación.... y que precisaba la pieza, que la dividiría para estudiantes, y la
subió al altillo en una piecita, y le vendió todos los muebles, yo fui a verla,
con mi hijo, era fin de agosto y hacía un frió atroz y le digo: “hay
abuela, por que no pone un brasero o un “Branmetal”, y me dice que la hija
no la deja, - “abuela vengase a Villa Diego!!”, y me dice: “¡antes
la muerte!”, a los días una pensionista, subió a lavar ropa y oyó un gemido
y llamó a mi cuñada.
Ella subió y mi suegra hacía 2
días que estaba en el suelo, la internaron, le había dado un ataque de presión
y se le torció la boca y un ojo, o sea parálisis de medio cuerpo.
Yo la fui a ver al sanatorio
“Laprida”, y cuando me vio me echo tal mirada de odio que no fui más.
A los días va mi cuñada a
esperarlo a mi hijo a “La Técnica”, y le dice: “la abuela se
muere, Vamos”, y él le dice: “¿y que queres que haga
yo?”, - “quiere verte antes de morir” y mi hijo le dijo: “lo siento
tía pero yo no voy”. Y aquí termina la historia de la “Coya y el
niño”.


Que Dios me perdone, pero
puede que Elena y Adelita con mi suegro descansen en paz, fueron tres almas atormentadas por
la ambición, la incomprensión y la falta de cariño.
En una oportunidad, mi hijo sale de la
técnica a la tarde y de allí se venía directo al trabajo, donde
trabajábamos los 2, yo lo había hecho entrar conmigo, que trabajaba en un
negocio “coqueto”, donde concurría gente ... que el dueño hacía los anuncios en
la revista “Ecos de Rosario”, se llamaba “Indiana”, mi hijo era el
“sandwichero” , hacía los canapés, los triples, etc., ya que estábamos muy
ligados desde chicos con los dueños de la fábrica de sándwiches “La Pan
Pan”, a mi hermana y a mí nos enviaron al colegio, de allí que yo la supe
atender en un momento crítico de su enfermedad a un familiar de ellos.


Mi
carnet del Gremio de los Gastronómicos (las fotos de Perón y Evita me las
colocó el Gremio)
Bueno, este lugar “Coqueto”,
estaba en Mitre y Córdoba.
Mi hijo asistía a la “Escuela Técnica de Electrónica”.
Vienen los primos, “el Dani y
el Pochi” y lo invitan a la salida, creo que a las 5 o sea las 17 hs., ellos salían del
“Colegio Lasalle” y le dicen: “Felipe, vení a tomar la leche a casa y así
charlamos”, él ni tenía necesidad ya que en el trabajo merendaba.
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Mi hijo en la pensión
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Mi hijo en EEUU
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Y bueno, mi hijo fue, cuando
estaba adentro, mi cuñada le dice: “Felipito veni afuera que quiero
hablarte”, - “si Tía”, y le dice olímpicamente que se vaya, que
no vuelva más, por que su compañía era negativa y malsana para los
chicos... “si Tía...”.
Llega mi hijo al negocio y no
volvía, entro en la cocina, que estaba el vestuario y el baño, esperé, digo...
se estará poniendo la chaquetilla, y voy, no me quería abrir, estaba llorando
desconsoladamente y yo abrí: “¡decime qué te pasa!” y no podía
hablar... “¡la Tía, la Tía!”, - “¡qué paso, qué te hizo!”, - “¡me
echó!”.
Y claro, yo sabía, pero el no,
la musiquita del hijo bastardo, y le digo: “porqué fuiste”, - “y porqué
vinieron a buscar”, - “bueno ahora ya sabes, que no sos persona grata, para ellos, se murió tu
padre, ya no tenemos conexión con ellos”.
Claro cuando la encontramos en
el hospital Pami II y que al verlo a mi hijo después de 20
años, casi le da un infarto, claro, se le vino todo a la cabeza, lo que nos
había echo, con el tema “que no era de la familia”, hijo de quien sabe que
padre.
Y mi hijo la salvó diciendo
– Tía, vamos a tomar un café.
Estando en el bar, se desahoga
y comienza a largar el rollo y nos cuenta que a los dos hijos los expulsaron
del colegio Lasalle y que el Danito estafó a un policía y que lo buscaba “para
liquidarlo al Danito... pobrecito”...
Entonces mi cuñado, que era el
gerente de la mutual de un Gremio, sacó dinero para que el nene se fuera a
España, y le hizo un agujero a la mutual, y el agujero quedó al descubierto.
Y qué ocurre... que el papá se
enfermó y le pusieron un suplente, y el suplente pone el grito en el cielo y
allí lo despiden a mi cuñado, él que todos los años hacían una recepción
tirando la casa por la ventana, invitando a la “Elite de Rosario”.
La casa era una mansión
“Engalanada Principesca mente”, con mozos, servicio de bufete, bajilla,
mantelería, cortinas, mobiliario como en los cuentos de Hadas y el Príncipe.
Asistía la “crem de la
crem”, todos los Galenos de la Mutual, frrr...
La cuestión que de la noche a
la mañana... “blussssssss”.... se desinfló el globo, pero no todo estaba
perdido un “Galeno le hizo dar la jubilación y una viviendo Pami”.
Claro un cambio fundamental,
como decía el negro Rada: “Sorpresas te da la vida, la vida te da
sorpresas”... y además decía el negro Rada: “yo tengo miedo
que venga la mala”.... son traspiés...
Como le ocurrió a Fasi
Lavalle, pero..... todo solucionable.
Nadie se muere dos veces,
“pero eso sí... muchos recitan sin haber muerto”, psss...
Cambiando.
Cuando hacían las recepciones,
por lógica que ni mi hijo ni yo podíamos asistir a esas festicholas, mi marido
y los Correligionarios y Correligionarias sí, nosotros no entrábamos en ese
nivel.
Entonces mi hijo me decía: “vieja,
es muy triste la vida con sorna”...
Lo más siniestro que me podía
ocurrir, me ocurrió, esta familia no nos podía ver, que estuviésemos, en paz y
en armonía mi hijo y yo, estábamos trabajando, los dos y nos pagaban un
sueldo a cada uno, no teníamos problemas y eso los enfermaba.


Empezó mi cuñada a venir a
jorobarme en el trabajo y a decirme que necesidad tenes de trabajar, aquí, si
ayudándome a mí podes ganar lo mismo que aquí y estas en familia, ¡cuanta
hipocresía!
Mi hijo me decía no vas a ir a aceptarle ahora que nos
libramos de esa gente... y venia ella y me decía que no podía encontrar nadie
de confianza y que todas le robaban... “anda, ven a casa, no te hagas
rogar”.
Aun la tenía a mi suegra, no
se si fue un mes o tres, que la tuvo, en la pieza de 5 x 5, abajo en la pensión
y luego la pasó a la terraza en una piecita.
Al final me convenció, yo me
dije era por el mes de mayo, a fin de año termina el nene en la técnica y se
recibe de técnico en electrónica... se pasan pronto...
Pero, pero el diablo metió la
cola... o la víbora de mi suegra metió la cola.
Yo estaba viuda y le dije que
no me pagara más que el ómnibus, ya que si los dos almorzaríamos en
la pensión y que le diese la merienda cuando salía de la técnica y me
dijo: “quiero que vengas a las 8 de la mañana a las 8 de la tarde de
lunes a viernes”, o sea que a la mañana viajábamos juntos y volvíamos
juntos.
Mi cuñada tenía una nena que mi hijo le llevaba unos 6 u 8 meses, cuando supo que yo estaba embarazada, el
temor de la familia era que fuese a ser barón y ser el único descendiente de
esa familia y el único nieto que mi suegro ansiaba.
Que ocurre... un día mi suegra
la dice a mi cuñada que mi hijo la quería violar a violar a su hija, mi cuñada puso
el grito en el cielo y no se conformó, fue a la técnica a denunciarlo, digna
hija de la víbora grande.
Me llaman del colegio para
advertirme y yo cuando llego a casa, mi hijo se había ido solo y le pregunto que pasó y me dice
que el ingeniero de la técnica lo interrogó, “¿y qué le dijiste?”, -
“que sí”, - “¿y porqué?, - “porque ya me tienen arto esas dos víboras, que le
pregunten a la Adriana”, y la piba clamaba, que eran mentiras de la abuela.
Pero ya mi cuñada lo había
echado y lloraba:“viste, yo te decía, no volvamos con esa familia”, y yo
me reía porque no me quedaba otra, o reír o llorar y el me dice: “¿vos
que vas a hacer?”, - “voy a seguir yendo y voy a arreglar que almuerces y
meriendes en el Club Español Republicano”, fui y me dice que va a
pagarme, ...”si con que el chico haga 3 o 4 cositas y se paga la
comida, ponga las mesas y sirva”...
Pero me lo explotaba, ¡que
hacía banquetes para atender 30 personas 50 y 100!... y mi hijo solo para
atender, en fin.
Yo seguí yendo de mi cuñada, y
fue así cuando se recibió de técnico, una empresa le dio una beca por
ser el técnico más joven de Rosario, 17 años, fue una solución.
Un día, voy por una calle y me
ve la piba Adriana, se escapó de la casa y fue de una amiga, la piba corre
llorando y se me prende, “Tía salvame, la mami me quiere casar con un
viejo y yo no lo puedo ni ver, ¡Tía salvame!” y yo pensaba y a mi
quien me salva y le dije cuanto hacía que se había ido de la casa y me dice:
“recién”, - “bueno nena, volvé ya, antes que note tu ausencia, vos la conoces,
si te ayudo nos revienta a las dos”, y volvió... no la casó.
Pero la tenía también de
sirvienta, lavaba las sábanas de la pensión y limpiaba las piezas, la tenía
poco menos que secuestrada y hasta la negaba, al final recién cuando
cumplió 30 años recién se fugó de la casa.
Tenía la mentalidad y el
cuerpo de una piba de 15 años, se fugó a un taller mecánico, que le gustaba el
pibe y el pibe no supo que hacer con ella y la llevó a la casa y la piba
lloraba desconsolada y les pedía no la lleven de vuelta a la casa que la madre
la mataría y la madre del pibe se conmovió y le dijo la deje, que al día
siguiente irían el padre y la madre a hablar con los suyos y así fue, mi cuñada
le hizo la cruz, que no quería verla más... los padres de el los casaron.
En una oportunidad vamos con mi hijo a vender un
coche, y cual no sería nuestra sorpresa, no pregunta si no tenemos que ver con
fulana de tal... que está casada con mi hermano y tiene el mismo apellido y al
preguntarle como se llama... “Adriana”.
No quedaban dudas y nos dicen
que pasemos, y fue tal la alegría de la piba... y tenía un barón y mi hijo me dice: “vieja
rajemos antes que venga el marido”, y en eso llega y nos dio un beso a cada
una y nos cuentan que la familia les hizo la cruz y ni el pibe conocen, a mí me
la van a contar... fueron... son increíbles.
Yo justifico a las chicas
porque la madre las puso pupilas de los 6 años a los 22, no tuvieron cariño, ni
amor de padres.
Y los barones por
consiguiente, el ser humano precisa para cada etapa de su vida la guía y
comprensión de sus padres.
Una anécdota para matizar.
Cuando me casé mi amado esposo
(Rubén D. Moyano) me llevó a Bs. As., estábamos en un banco de la plaza
y yo estaba empacada no quería ir a ningún lado, en eso viene un policía y como
yo estaba llorando, le dice a mi marido, “¿que le está haciendo a esta
menor?” y mi amado esposo le dice: “¡si es mi señora!”, - “si
no me diga, tiene algún comprobante?... si no vamos a la comisaría” y
yo saltaba de contenta... ojalá lo dejaran adentro... y el le dijo que mejor
íbamos al hotel donde estábamos alojados y le mostraba la libreta de
casamiento, y el policía aceptó, y al final le dijo que bueno, que para no
tener más problemas llévela encima ¿?
Cuando volvimos de viaje de
luna “de acíbar”, me lleva a su casa de Villa Diego, allí me pesqué el primer
disgusto, que tuve, que había echo esta noble familia, de mi casa a la del
consorte, llevaron mis bártulos, lo único que yo tenía, o sea mi bagaje, una
valija, llena de “Alma que canta, Antena...” y todas las revistas de tango,
tenía todo el repertorio de todos los cantores y cancionistas, el
accidente de Gardel, el velatorio, el de Magaldi, infinidad de recuerdos,
conmemoraciones, cuando se quiso suicidar Libertad Lamarque por Gardel, cuando
surgieron Las Mellicitas desde el Teatro Infantil que había en la
municipalidad de Rosario, no había artista que no lo siguiera y lo tuviera... y
qué pasó?... pasó que como la casa de Villa Diego era casa antigua de esas que
para ir al baño había que tomar un sulqui o ensillar un caballo, “digo” porque
por lo general, lo hacían a una “legua”, bien lejos de la casa o sea al fondo
del terreno.
Bueno, esto que me hicieron...
por supuesto que me esperaban, y esperaban ver mi cara y ver que hacía o decía,
como reaccionaba, Fui al baño y encontré clavado en el gancho todo mi bagaje de
años, cuando vi eso, me volví a la pieza y me puse a llorar, vino mi marido y
se puso a reír como un loco y me dijo: “¿y por eso vas a llorar?”,
yo pensé: ...”ya veo lo que me espera”... y así fue nomás, yo nunca
tuve nada mío o privado, me mezquinaban hasta mi hijo, me lo traían, “toma dale la
teta” y me lo quitaban, ni siquiera fui dueña de disfrutar de mi hijo.
Ahora yo me pregunto qué clase
de gente era esta?, cuando fui a esa casa un día les dije me mostraran alguna
foto de cuando eran chicos y allí me di cuenta si no del todo, si de mucho... y
me dicen que cuando venían de Córdoba a Rosario, les robaron
los baúles, donde tenían todas las fotos, un día le digo a mi marido de enconada
que estaba: “mira, todos los cordobeses son unos fallitos”, y me
dice: “¿si?, mira que cosa vos estás casada con un cordobés, si cuando
veníamos de Córdoba nos robaron todos los documentos y las cosas de valor”, y
le digo: “¿y cómo...? en el tuyo dice: nacido en Rosario”, - “y claro
mi papá nos anotó a todos en Rosario”... Para que le pierdan el
rastro???
Allí me di cuenta que cuando
vinieron de Córdoba hicieron borrón y cuenta nueva, a mi me llamaba la atención
que no había un libro, solo había un diccionario de 1° grado nada más, ni
cuadros, etc., solo las paredes.
Hoy pienso en lo que me hizo
vivir esa gente y me espanta.
Todo lo soporté por mi hijo.
Mi suegra se levantaba a las 7
de la mañana a tomar mate y hasta que ella no dejaba de tomar... yo recién, con
esa yerba me tenía que hacer un mate cosido, “era el reglamento de la
muchacha”, cuando venía gente debía comer en la cocina.
En los velatorios debía servir
el café y siempre fui la muchacha, debía desocupar yo sola el
mobiliario de la sala mortuoria ¿?
Cuando falleció mi marido me
fui por 20 años de Rosario con mi hijo a trabajar, los dos... y no di mi dirección a nadie.
Estando mi marido en vida y
haciendo 15 años, un día le dije: “voy a ir al departamento de trabajo
a reclamar los 15 años que me tuvieron trabajando como sirvienta, o la
muchacha”, y el me dice: “¡y quien te va a creer?”.
Esto para creer o reventar, me
fui antes de litigar con esa gente.
Si uno lo ve en las novelas
dice: “¡Qué fantasía que hacen!...”
Lo más siniestro y aberrante que
me dejó de recuerdo mi amado esposo, y... que cuando se cansó su familia de
decirme que me había casado con premio, él nunca lo reconoció como hijo,
amen de no querer, según el , tener hijos conmigo, cuando que al fallecer mi
marido, esto ya lo explique, me fui con mi hijo a trabajar al norte y después de 20 años, volví a
Rosario, y como una “zombi” voy a la panadería Famosa en Rosario y medio
parientes, y cuando me ve el de la caja que era de los dueños, me dice: “¡qué
haces?, - “y ya lo ve...”, “¡cómo ya lo ve... hace 20 años que desapareciste”,
“heeeee... tanto hace??”, - “no te hagas al idiota”, hace 20 años que te busca
tu familia”, - “¿y para qué?”, - “¡por la sucesión!”, - “haaaa... creí que era
por algo importante”, - “no te hagas la piola, el qué está mal es tu cuñado el
Cacique”, - “¿si?... lo tendré presente en mis oraciones”, - “no te hagas la
estúpida, si lo queres ver vivo, anda que no se si pasa de esta noche”, y
me fui volando y le dije a mi hijo: “¡llevame, llevame que se muere tu padrino!”,
- “¿qué te pasa, te volviste loca, mira si con todo lo que te hizo el
hijo de mil ...”, y me puse a llorar, “¡llevame!, mira... vamos,
una ves...”, - “¡loca, loca!, no ves que va a estar toda la familia???”, - “por
eso vamos una ves y asta el próximo velorio, no aparecemos”, bueno al final
aflojó.
Estaba en el Pami II y
pregunté como lo internaron allí y me dijeron que el médico de él estaba allí,
y como le correspondía Pami , lo internaron en terapia intensiva, pero que
después del medio día ya lo llevaban a la sala, estaba en un 2° piso o sea que
debimos subir la escalera ancha y al llegar a la sala de espera sentados,
estaban todos los familiares, apenas llegamos arriba estaban como en el cine,
todos en hilera, cuando sube mi hijo fue la exclamación:“hoy... es igual al padre pero
de 1,70 m.”, no tenía piernas cortas de Coya y mi cuñada “Benjamina”,
que era la que me había mortificado, y me decía: “¡vamos decí quien es
el padre... total ya estás casada!”, se puso blanca para desmayarse y mi hijo les dio un beso a
cada una y le dijo: “tía Benjamina te invito a tomar un café”, y lo
miraba y lo tocaba y decía:“increíble es igual a mi hermano”.
Esta señora, mi cuñada dejó de
comer y no la pudieron hacer comer, se negó a comer y no pudieron hacer nada,
se murió, por supuesto la familia decía... qué caso extraño, no le encontraron
nada, un buen día no quiso comer más, hasta que se murió, igual que Gabriela
gilli.
A mi cuñado no lo pudimos ver
porque no lo trajeron y mi hijo me dice: “bueno ¿estás conforme? Ya los viste
a todos, mira no los insulte por vos y por la que se hubiese armado, recién lo
traen mañana, viste que después de 20 años, ¿cómo cambió esa gente?”.
Cuando mi hijo nació era rubio
de ojos celestes, me hostigaban... que a quién había salido y yo me despanzurraba
de la risa y les decía que al lechero, era rubio de ojos azules.
Pero lo insólito, es que en
esa familia los 7 hijos salieron a la suegra, se ve que la sangre Coya
superaba todo, los 7 tenían cabello renegrido, y cuando me decían ... a
quién sale... yo no podía contener la risa, pero lo hacían de venenosos ya que mi suegro era rubio y mi
padre colorado pecoso, mi hermana, es colorada pecosa y con ojos amarillos de
gato, yo color borra vino y ojos caramelo, ¡un corzo!, claro que con los años,
todos cambian, además mi padre y mi madre Italianos, mi hermana tenía unas
pecas como lenteja, ¡si la habré cargado!.
Bueno por qué quería verlo a
mi cuñado antes de que se vaya de este planeta... quería me diese una
confirmación que para mí era muy importante.
O sea que me llegué al día
siguiente, a las 8 de la mañana, cuando me vio, se incorporó, abrió los ojos
grandes, como si viese una alucinación, después de 20 años no lo podía creer.
Para explicar esto me llevaría
una ”página”, en la próxima vida, si vuelvo aquí, se las cuento, no me odien.
Voy a comentar un suceso que
me ocurrió que ya lo comenté al principio de esta página.
Una porque es un recuerdo muy
agradable y “jocoso”.
Supe relatar, que vino a mi
casa un joven más bien un “mastodonte”, perdonando la expresión y sin
ofenderlo.
Esta expresión es o era porque
yo tenía 13 años y algún 43 o 45 kilos por 1,60 m, él en cambio algo de 1,90 m
y algo de 90 o 100 kilos... algo así como “Sansón y Dalila”.
Yo cuando venía algo así me
escondía y espiaba.
Era un chileno, que como
estaban por poner Alindar, la metalúrgica de Ovidio Lagos, habían venido
ingenieros y técnicos a ponerla en marcha, y como la Acindar era de capitales
chilenos.
Este era técnico y venía a
pedir mi mano, y le decía: “vengo a pedir la mano de su cabrita”, y yo lo
escuchaba y decía:“más cabrita será tu hermana”, claro yo no sabía que
en chile le decían así.
Bien... mi madre que un
técnico y de otro país viniera a pedir mi mano, era el zumun....
Por supuesto que lo aceptó y
le dio los días de visita y todo quedó sellado.
El joven no me disgustaba,
solo que lo veía viejo, para mí tenía 24 años y lo veía demasiado hombre para
mí, en fin.
Lo recibía y nos sentábamos en
un sofá doble, el me pasa el brazo por los hombros y comienza a bajar la manota
y legó asta las costillas y allí le di un empujón que casi se cae al suelo y le
digo que a mí no me va a manosear, si quiere que vaya a manosear a su hermana y
lo eché.
Pasó una semana, 2 y no volvía
y mi madre, se empezó a impacientar, como no volvía, creo que debe haber venido
dos semanas... y al final la dije a mi madre, no lo esperes por que no va a
venir más.
Y mi madre... “¿y por
qué, que qué pasó?” y yo... “¡por lo que me hizo!”, - “y
qué te hizo” y yo no quería hablar, “no porque vos lo vas a defender”,
bueno dice mi madre, “vos contame y yo veo si estuvo mal”, y bueno,
y le conté y para qué... “¿y por eso lo echaste al muchacho, si todos
los novios hacen así con las novias, es una demostración de cariño sonsa!”, -
“¡si... que le vaya a hacer esas demostraciones a la hermana a mí nadie me va a
venir a manosear”.
Resumen, mi madre se fue a al
Alindar a buscarlo y pedirle disculpas.
Pero el chileno ya no
trabajaba más en Alindar, había partido hacia Bs. As., se fue con el grupo que
vino y se fueron a Bs. As. A poner en marcha otra acería.
Mi madre me dice: “¿viste
lo que hiciste?, ahora el muchacho se fue, preparate que vamos a ir a Bs. As.”.
Tomamos el tren.
Cuando el tren está por salir,
guauu, miauu... suben un tropel de “Cadetes de la Armada”, cuando los vi subir
me paré, bajé el bolso que tenía arriba en el portaequipaje.
El tren se llenó, yo era la
única piba digamos y mi madre empezó: “che mocosa, saca ese bolso y
deja sentar al muchacho” y yo miraba por la ventanilla, ya que me
senté sola y mi madre enfrente y me empezó a dar puntapiés... “che
mocosa, saca ese bolso y deja sentar al muchacho” una caterbada, todos
parados, hasta que empezaron todos en coro:“¡que lo deje, que lo deje...!”,
yo los quería triturar, al final con una furia homicida saqué el bolso y lo
dejé sentar y seguí mirando por la ventanilla abierta, cuando tomé el bolso me
dice: “no por favor faltaría más...” y lo acomodó arriba y
todos aplaudían, y me dice: “¿como se llama?” y yo ni lo
miraba, “haber , voy a adivinar; María Rosa, etc...” y mi
madre le dice: “se llama Rosalía”, y Rosalía de aquí, Rosalía de allá... y en
eso me dice: “¿qué le gustaría ser cuando sea grande?” y me
doy vuelta y le digo: “bataclana”... y como se
quedó mudo y no habló más, me doy vuelta y le digo: “y ahora qué, le
comieron la lengua los ratones” y me dice: “me dejó helado...
yo por lo menos pienso casarme tener hijos...”.
Recién lo miré, tenia lindos
ojos y yo pensaba: ...”es un cadete, que tendrá 17 o 18 para
ingresar... y que hago con este si mi madre me quiere casar ya... y este tiene
que hacer una carrera., no, no puedo ponerme de novia, si no casarme, para qué
lo voy a ilusionar y me voy a ilusionar, sobre algo que no, no puede ser”.
Todo eso lo pensé en un
minuto, ya no lo trataba con hostilidad.
Y me dice: “Rosalía,
¿me va a dar la dirección, para que le escriba?” y me da la dirección de
él:
José Adolfo del Signo, embarcado en el “Torpedero Catamarca” que
está atracado en la Dársena Norte
Por supuesto que debe ser
abuelo, ya a esta altura.
Se me hacía que era un buen
pibe y no se merecía que lo destruyera ya que recién abría las alas para volar.
No voy a negar que al final el
pibe me “ganó” o sea, se hizo acreedor de mi simpatía y hasta me cayó
bien, pero... y qué hacemos después?....
Mi hijo me decía: “hay vieja vos pensabas mucho, nada
en vos siempre en los demás”.
Llegamos a Bs. As. Y el pibe
atento nos bajó los bolsos y se despidió y se fue, el llevaba mi dirección y yo
la de él, de la Armada.
Prosigo con mi relato, fue mi
madre a la empresa que le dieron en Acindar , que estaba el chileno y allí le
dieron el domicilio, me llevó mi madre y nos atiende una morocha de 1,80 m, y
mi madre le pregunta por el joven y ella le dice que desde hace un mes vive con
ella.
Y a mi madre se le cayó la
estantería.
Ya saltaba de contenta. El
joven se llamaba de apellido Gonzáles, el nombre???.
Y el tiempo se le terminaba...
volvimos a Rosario, yo contenta mi madre decepcionada, frustrada, otro fracaso.
Mi madre le dice a una señora
que hacia todo el trabajo de la casa: “Doña Rosa, va a venir el cartero
a traer una carta de Bs. As. a nombre de la Cuca, Ud. intercéptela y no deje
que ella la reciba y menos que la lea”, yo estaba sintiendo, por lo que
debí ponerme a vigilar al cartero, y una de esas viene y yo corro y la señora
me la quita, aparece mi madre y se la quita, yo quería leerla, y estuvimos de
pugilato, al final mi madre me dice: “¡la vamos a romper, dejame que te
la voy a leer!” y así fue, yo estaba ansiosa y emocionada y mi madre
se quedó con la carta y le pidió a un familiar que la conteste y no se que le
puso, porque el joven no me escribió más.
Pasó cerca de 2 años yo voy a
Alberdi, con mi hijo a mostrarlo, era un “cerdito”, a los 2 meses pesaba
10 kilos yo con 40, 42 kilos no lo podía llevar.
Tomé el Expreso Alberdi y lo
llevo, tenía 6 meses.
Cuando llego de mi familia me
paro y se para un joven y va para adelante, cuando vi que era el
Marinerito, retrocedí para bajar por atrás y el me miraba con aire de
sobrador, me "relojea" de arriba abajo, mira el nene y se larga a
reír.
Claro yo en el tren, cuando me
preguntó que me gustaría ser cuando sea grande y le dije de mal modo,
Bataclana... de allí la sonrisa irónica, como diciendo... ¿no querías
ser bataclana, qué te pasó... te falló?.
Por supuesto nunca más lo vi,
al bajar del ómnibus y quedar los dos allí parados, esperé que siguiera y no me
viera donde iba.
No se si siguió la carrera,
pero si está en este planeta debe ser abuelo y debe haber sido un buen esposo,
padre y abuelo.
Como estaba de particular y el
tradicional bolsito, marinero, pensé debe tener unos días franco... y colorín
colorado aquí se terminó el “Idilio Marineril”. Stop
Con fe y humildad,
María.
PERO QUE PASO QUE LE DIJO EL CUÑADO :Para explicar esto me llevaría una ”página”, en la próxima vida, si vuelvo aquí, se las cuento, no me odien.
ResponderEliminarNadie te odia.
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